Esta temporada 2020/2021 pasará a la historia, sin duda. Y no solo por la situación a causa del Covid, porque no todo van a ser malas noticias. En un año de pabellones vacíos, restricciones y frío en las calderas que suelen convertirse los pabellones en las citas importantes, el baloncesto femenino murciano tiene varios motivos para sonreír.

En primer lugar, por la buena campaña de sus tres representantes en Nacional Femenina. El Real Murcia Baloncesto pelea por su permanencia, algo que ya ha conseguido sus vecinas del UCAM Murcia. Por su parte, el BF Cartagena sueña con conseguir un ascenso a una categoría, la Liga Femenina 2, que conoce de sobra nuestra protagonista de hoy.

Porque el máximo representante de la Región de Murcia en lo que a categoría femenina se refiere, UCAM Primafrío Jairis, ha coquetado con el ascenso a la máxima categoría tras una temporada excelsa. Un sobresaliente en LF2, una competición que conoce de sobra una de sus jugadoras más carismáticas y representativas: Laura Fernández.

La exterior murciana (1988) acumula nueve temporadas defendiendo los colores del CB Jairis en el Fausto Vicent. Es la capitana del cuadro alcantarillero, y además de pelear dentro de la pista también lleva carrera desde el banquillo, tanto en categorías inferiores como en las Selecciones FBRM.

Laura admite que la valoración de la temporada con su equipo es "total y absolutamente positiva": "Creo que lo que hemos conseguido ha supuesto un hecho muy importante en el baloncesto femenino regional. Ojalá se vea reflejado en el baloncesto base. Hemos podido disfrutar de mucha gente que ha seguido esta temporada desde la grada (aunque no todo lo que nos hubiera gustado), gente que nos ha apoyado siendo del club y gente que nos deseaba suerte sin ser aficionados al baloncesto".

No hay nada mejor que sentirse en casa, y Laura Fernández tiene claro cuál es la suya: "Para mí, Jairis es mi casa. Es donde me siento valorada, donde he podido seguir creciendo como jugadora y conseguir grandes cosas, en mi ciudad y con mi familia cerca. Deportivamente, cuando se confecciona una plantilla con pretensiones de mirar a la parte alta de la clasificación, mi rol cambia pero no mi trabajo, ni mi pasión por este deporte. La ilusión es la misma del primer día, y mi labor de capitana de ayudar a la gestión del grupo fuera de la pista y crear los lazos para que todas las piezas funcionen no varía por mi protagonismo en el juego".

Trabajo + Esfuerzo = Éxito. Así podríamos resumir lo que se ha visto reflejado en la temporada de las pupilas de Víctor Verdú: "En mi opinión, la clave principal es el gran trabajo y esfuerzo que se llevan a cabo los primeros meses, cuando no todas las condiciones estaban a favor por la situación sanitaria, que te exigía trabajo extra a las temporadas anteriores. Eso marca la gran primera vuelta que nos da derecho a soñar con estar arriba y pelear por entrar entre los mejores equipos de la liga. A partir de ahí, el esfuerzo individualizado de cada una para dar el máximo en cada entreno y mejorar cada día por y para el equipo. A ello tenemos que sumarle la implicación total de cada miembro del cuerpo técnico,médicos, gente del club y directiva, que hacen fácil el trabajo y velan por cada una de nosotras".

Cuando no está repartiendo asistencias o metiendo canastas, Laura no puede desconectar del baloncesto. Su otra faceta, la de entrenadora, la ha desarrollado muchos veranos en el Campus FBRM veraniego. Una época del año que, sin duda, le da la vida: "Realmente no recuerdo un verano sin Campus. Empecé muy pequeñita como jugadora hasta que pasé a ser entrenadora. Son una forma de no desconectar, de poder disfrutarlo desde otra perspectiva y que te da la posibilidad de aprender y enriquecerte de la forma de ver el baloncesto de otros entrenadores. Cada año es especial y todos tienen un aprendizaje o experiencia nueva".

Le preguntamos por una anécdota que recuerde, pero no se podría quedar con una solamente: "Hay miles de ellas, sobre todo con esos niños que salen de casa por primera vez, como los primeros días son tu sombra y en dos días tienes que ir a buscarlos cuando sus padres llaman para hablar con ellos".

La principal labor de los campus es transmitir valores y aprendizaje a través del baloncesto: "Lo especial de los Campus es ver como un deporte puede unir a tanta gente, ver como los jugadores/as consiguen superar miedos, romper barreras y conseguir mejorar en una semana lo que en una temporada nos llevaría meses de trabajo. Ahí concentras muchas horas de entrenamiento en poco tiempo y concedes al jugador todo el protagonismo que en la competición a veces pierde por la búsqueda de resultados".

Laura Fernández cree que aún hay camino por recorrer a nivel absoluto, pero que se están sentando las bases para hacer crecer nuestro baloncesto a nivel nacional: "Aún tenemos mucho que trabajar para seguir dando pequeños pasos hacia delante. Cada vez se trabaja mejor, y los entrenadores que somos los principales responsables de esa mejora tienen vías de formación, que es la clave para conseguir estar al nivel de otras comunidades. Creo que nos espera un futuro lleno de alegrías y grandes jugadores/as salidos de canteras de la Región capaces de competir en ligas profesionales o semi-profesionales".

Por último, le preguntamos si le queda algún sueño por cumplir: "Me considero muy afortunada por haber podido disfrutar tantos años de baloncesto a un alto nivel en el equipo referente femenino en Murcia. Lo que he conseguido durante mi carrera supera las expectativas de cualquier objetivo que cuando comencé a jugar al baloncesto me hubiese podido marcar, jugando 6 fases de ascenso a Liga Femenina 2 y consiguiendo el ascenso en 3 ocasiones, y por supuesto pudiendo cerrar esta excepcional temporada jugando una fase de ascenso a Liga Femenina Endesa".